Gracias a Daggher de http://ladaganegra-ward.blogspot.com/ tenemos estos fragmentos de Lover reborn el libro de nuestro amado Tohr
Ella se acercó lenta y renqueantemente y se sentó en el escritorio junto a él.
—Lo siento mucho —cuando él pareció un poco sorprendido, ella se encogió de hombros una vez más—. ¿Cómo no voy a darte el pésamente ante la pérdida? En verdad, después de veros juntos, creo que nunca podré olvidar lo mucho que la amabas.
Después de un momento, él murmuró con voz ronca:
—Ya somos dos.
Mientras se marchaban, cada una de las mujeres miró a Xcor, sus expresiones sugerían que él era como una enfermedad a la que pronto iban a estar expuestos. Se preguntó a quién le tocaría el palito corto cuando todos ellos volviesen a convocarlo... porque seguro como que el día es largo y las noches siempre demasiado cortas que él iba a tener uno de ellos.
Simplemente era un coste adicional en este tipo de situaciones
Mientras le sonreía, su expresión era la de un santo.
—Mi nombre es Lassiter y te diré todo lo que necesitas saber sobre mí. En primer lugar, soy un ángel y, en segundo, un pecador; y no estaré aquí mucho tiempo. No voy a hacerte daño nunca, pero estoy preparado para hacértelo pasar malditamente mal si me veo obligado a hacerlo para terminar mi trabajo. Me gustan las puestas de sol y las largas caminatas por la playa, pero mi mujer perfecta ya no existe. Ah, y mi pasatiempos favorito es fastidiar a la gente sacando su mierda afuera. Supongo que soy solo de esa clase que quiere conseguir un aumento de personas -probablemente por el asunto de la resurección
John y Qhuinn se detuvieron a ambos lados de él y el segundo lo estudió con la mirada.
—Dime que no es nuestro nuevo vecino.
—Xcor.
—¿Nació con esa jeta o alguien se lo hizo?
—Quién sabe.
—Bueno, si se supone que es por una cirugía de nariz, necesita un cirujano plástico nuevo.
El lesser era un recluta nuevo: su pelo, sus ojos y su piel aún no eran pálido. Larguirucho e inquieto, parecía un drogadicto al que se le había fundido el cerebro, sin duda esa era la razón por la que había caído a formar parte de la Sociedad.
—¡Voy a saltar! ¡Voy a saltar, coño!
Tohr palmeó el mango de una de sus dos dagas y desenfundó la hoja negra.
—Entonces, deja de parlotear y empieza a volar.
El asesino miró por encima de su hombro.
—¡Lo haré! ¡Juro que lo haré!
Una ráfaga arremetió contra ellos desde una dirección diferente, barriendo el largo abrigo de cuero de Tohr en la caída libre.
—No me importa. Te mataré aquí o allí abajo.
1 comentarios :
Me encanta esta Saga!!!Me gusto el blog así que me hago seguidora y aquí me quedo. Os invito a pasar por el mío si queréis (novelasypalomitas.blogspot)kisses
Publicar un comentario